La rutina cosmética tiene diferentes variantes: rutina de belleza, rutina de cuidado de la piel, rutina de skincare, protocolo cosmético, rutina facial... En todos los casos nos referimos a lo mismo: una serie de pasos para que el usuario tenga claro qué productos tiene que usar. Y esto, además, según el momento del día y cuál es el orden de aplicación.
En los últimos años hemos visto crecer el interés por tener una rutina cosmética con multitud de pasos e ingredientes activos. Lo que hace unos años se reservaba para pieles maduras, ha llegado en nuestros días a los más jóvenes. Y quizás, hasta se nos haya ido un poco de las manos. Tras este exceso de pasos y protocolos que han llegado a rozar la obsesión por una piel perfecta, el foco se pone en rutinas más sencillas y de alta eficacia.
En las rutinas occidentales los pasos básicos son: limpieza, hidratación y protección. A esta rutina de 3 pasos se puede ir aumentando según las preocupaciones específicas de nuestra piel para incluir productos de tratamiento como transformadores (aquí estaría el famoso retinol o su alternativa vegetal, el bakuchiol) o antioxidantes (como, por ejemplo, la vitamina C o el resveratrol).
A la hora de marcar una rutina de cuidado de la piel hay que tener en cuenta hacer un asesoramiento individualizado. Cada piel necesita una rutina cosmética personalizada, adaptada a su caso concreto. No es lo mismo hablar de una piel equilibrada y sin alteraciones que de una piel con alteraciones o incluso patologías (como la rosácea), en cuyo caso deben acudir a un dermatólogo.
Tomando esto como base, y con el minimalismo cosmético como bandera, debemos buscar una rutina cosmética que seamos capaces de cumplir. Un ejemplo básico podría ser:
Por la mañana:
-Limpieza simple con un limpiador en base a tensioactivos, como por ejemplo el polvo limpiador de Oriri.
-Protección solar de amplio espectro.
Por la noche:
-Doble limpieza: primero con un limpiador oleoso y luego con un limpiador en base a tensioactivos (podemos usar el polvo).
-Producto de tratamiento según la preocupación: si nos preocupa la piel seca pondré un reparador de función barrera, si nos preocupa el fotoenvejecimiento un transformador, como algún exfoliante suave o un antioxidante como la vitamina C. Se elegirá un producto u otro según el caso.
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