Está por todas partes, en los souvenirs de I LOVE NY, en los bolsos de alta costura, en las cajas de bombones, en las drogas de diseño, en los emoticonos del móvil. Esta forma creada por dos semicírculos unidos en una punta de flecha hacia abajo es el símbolo más usado para expresar amor, afecto y romance. Representa la figura del corazón, algo que resulta llamativo ya que, difiere bastante con el aspecto real del órgano encargado de bombear sangre por todo nuestro organismo. En pleno San Valentín, rodeados de corazones, nos preguntamos cuándo comenzamos a usar este símbolo esquemático, y en qué momento apareció la idea del corazón como manera de representar el amor.
SILFIO: Se cree que este famoso símbolo de “corazón” podría haberse inspirado en el fruto del silfio. Se trataba, y hablamos en pasado porque ya está extinta, de un vegetal de origen norteafricano con un aspecto similar al del hinojo. Los griegos y romanos la usaban en casi todos los aspectos de la vida cotidiana: en forma de especias, como perfumes y fragancias aromáticas, como analgésicos naturales y, curiosamente, como método anticonceptivo.
PASTILLA ANTICONCEPTIVA: Los médicos de la época sugerían que el mejor procedimiento era empapar un algodón con la resina de la planta y crear con ella una especie de pastilla que las mujeres debían introducir por su vagina una vez al mes: si estaban embarazadas, la planta tendría un efecto abortivo, mientras que, si no lo estaban, causaría una infertilidad temporal en la mujer.
POPULAR: Fue precisamente por este motivo por el que se comenzó a relacionar a estas semillas con el deseo y la libertad sexual algo ligado directamente con los dioses y la fe. El silfio comenzó a vincularse con la diosa Afrodita, patrona de la belleza, la sensualidad y, cómo no, el amor. Se cree que entonces la idea de amor quedó ligada a la forma de estas semillas, y ese pico tres (<3) se convirtió en el símbolo del romance y las emociones, del 'me gusta' en Instagram, de la diversidad y, en definitiva, de la cultura popular.