Si bien hace unos meses el Helicobácter pylori era el cabeza de cartel de los festivales del vientre hinchado, hace ya tiempo que el SIBO está ocupando su lugar. ¿SIBO? Sí, SIBO, o lo que es lo mismo, el Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado. Si tienes TikTok ya te habrás percatado de que esta afección gastrointestinal ha afectado a gran cantidad de influencers como María Segarra, Natalia Osona, Ana Moya o Lola Latorre, vamos, que está de moda y no es de extrañar ya que el SIBO afecta aproximadamente al 15% de la población española, en especial a mujeres de entre 30 y 50 años, según datos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
¿QUÉ ES EL SIBO?: El SIBO se caracteriza por un exceso de bacterias en el intestino delgado, lo que puede provocar una variedad de síntomas molestos como la distensión abdominal (aumento del perímetro abdominal), hinchazón abdominal (percepción de pesadez), sensación de digestiones pesadas, aumento de gases, acidez, diarrea, estreñimiento, fatiga y debilidad.
CAUSAS Y DIAGNÓSTICO: Las causas por las que una persona puede padecer SIBO son muy diferentes. Sin embargo, hay más probabilidades de que esta enfermedad afecte a las mujeres que hayan abusado de la toma de fármacos o antibióticos a lo largo de su vida. El diagnóstico menos invasivo es el conocido como "test de aliento" que mide la presencia de metano y de hidrógeno, gases generados por el sobrecrecimiento de las bacterias, en el aliento del paciente.
ALIMENTACIÓN: Para reducir el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado y la inflamación, los médicos suelen recomendar una dieta baja en carbohidratos fermentables (FODMAP). Ésta consiste en eliminar o reducir alimentos ricos en este tipo de carbohidratos que alimentan a las bacterias intestinales. De forma muy resumida podríamos decir que es aconsejable consumir las proteínas presentes en carnes magras, pescado, huevos y tofu, que son fundamentales en la dieta para SIBO debido a su bajo contenido de esos carbohidratos fermentables. Se deben evitar alimentos como cebollas, ajos, brócoli, coliflor, espárragos y alcachofas por el motivo contrario: son ricos en carbohidratos fermentables. En cambio, se recomienda consumir zanahorias, calabacines, berenjenas y calabazas en cantidades moderadas. Es importante evitar frutas altas en fructosa como manzanas, peras, sandía y mangos, ya que pueden ser difíciles de digerir y pueden contribuir al crecimiento bacteriano no deseado en el intestino delgado. En su lugar, se recomienda consumir bayas, kiwis y plátanos maduros en pequeñas cantidades.
Si has leído los síntomas y te resultan familiares es importante que no auto-diagnostiques y consultes al médico porque aunque algo en nuestro organismo no esté funcionando bien los expertos insisten en que no todo es SIBO.