Bien lo sabe la Preysler, el limón es un auténtico tesoro nutricional, no solo añade un toquecito cítrico a nuestros platos, también aporta vitaminas, elimina toxinas y es un poderoso bactericida, por lo que la OMS recomienda su consumo regular. De hecho algunos se atreven a decir que es la fruta curativa por excelencia.
ORIGEN: Aunque es originario del sudeste asiático, actualmente se produce en todas las áreas tropicales y templadas del globo. El principal país productor es México seguido de la India, mientras que España es el primer país exportador de limones y limas. Pero hablando de limones tenemos que llegar a Murcia.
TIERRA DE LIMONES: En Murcia, que celebra hasta el día 17 de septiembre sus fiestas, el limón no solo es un símbolo cultural, sino también una parte esencial de su gastronomía y economía. Aproximadamente el 10% del término municipal está cubierto por limoneros, lo que equivale a unas 9.350 hectáreas, suficientes para que cada murciano tuviera al menos cuatro o cinco limoneros. Una producción anual de más de 500 millones de kilos y tres variedades principales aseguran la producción durante todo el año.
UNA HOJA Y UN CHORRICO: Expertos gastronómicos y chefs destacan su capacidad para realzar sabores y su versatilidad en la cocina murciana. El limón está presente en casi todos los platos locales, ya sea como condimento o ingrediente principal, desde en un "chorrico" a las patatas fritas en los chiringuitos hasta platos tradicionales como el caldo con pelotas, el pulpo al horno… Además, el limón también se utiliza en la repostería local para preparar el postre murciano típico por excelencia: el paparajote: una hoja de limonero (no, la hoja no se come) recubierta de una masa hecha con huevos, harina, azúcar, levadura y canela.
La creatividad local también ha llevado a innovaciones como la clarificación del zumo de limón para crear una clara de cerveza única en productos como Verna de Estrella de Levante.
CULTURA DEL LIMÓN: El limón es el emblema de Murcia, tan arraigado en su identidad que, como dijo el poeta Miguel Hernández, incluso cuando es amargo, siempre se encuentra la forma de disfrutarlo. Aquí, más que un ingrediente, el limón es una forma de vida que enriquece la cultura y activa el paladar de la región.
La próxima vez que escuches en la mesa "¿le echo limón?". No lo dudes, échale un buen chorrico.