Si hay un alimento que ha salvado más almuerzos, cenas de sofá o meriendas express, ese es el sándwich. Pero, hay una gran diferencia entre un “pan con cosas” y el sándwich perfecto que sea sencillamente glorioso. Si tú también has sufrido esa decepción al morder uno seco o sin suficiente relleno, esta edición te interesa.
EL SÁNDWICH PERFECTO. Max Halley, uno de los máximos referentes sandwicheros, lo tiene clarísimo: un sándwich perfecto no depende solo de lo que le pongas, sino de cómo lo pongas, debe hacerse en capas para que cada bocado contenga cada uno de esos elementos.
Según Halley, todo buen sándwich debe tener seis elementos en cada mordisco, algo caliente, frío, dulce, ácido, crujiente y suave. |