Basta con que mostremos interés por una crema determinada para que comiencen a llegarnos en avalancha de cookies, productos y más productos de cosmética natural, zero waste, rutinas Skincare… y cómo no, productos que contienen el milagroso e imprescindible retinol. De hecho, el 30% de las preguntas sobre skincare más buscadas en Google son sobre este ingrediente transformador. Por si fuera poco ahora también se ha unido a estas búsquedas el menos conocido 'retinal' (también llamado retinaldehído). En la edición de hoy vamos a intentar aclarar para qué sirven realmente estas sustancias, qué son exactamente los retinoides de los que todo el mundo habla y qué conlleva esa vocal de diferencia entre retinol y retinal.
¿QUÉ SON LOS RETINOIDES?: Empecemos por el principio, tanto el retinol como el retinal pertenecen a la familia de los retinoides y son formas en las que la vitamina A actúa como activo cosmético. Para que la vitamina A pueda llegar a provocar un efecto en nuestra piel tiene que irse transformando. Cuando la ingerimos a través de los alimentos esta llega mediante la circulación sanguínea a nuestra piel, primero en forma de retinol, a continuación como retinaldehído (también conocido como retinal) y por último, como ácido retinoico, la forma activa de la vitamina A.
VITAMINA A: Una vez que el ácido retinoico incide en nuestra piel consigue acelerar la renovación celular, lo que favorece a una piel más suave y uniforme. Además, refuerza la barrera cutánea, protege a nuestra piel de la pérdida de agua, el impacto de agentes externos y estimula la producción de colágeno, lo que se traduce en una reducción de arrugas, líneas de expresión y marcas.
¿RETINOL O RETINAL?: La mejor forma de obtener Vitamina A es a través de la alimentación, ahora bien, su rol en la aplicación tópica ha hecho de los retinoides el reclamo estrella de los productos cosméticos. Entendiendo el proceso que hace esta vitamina hasta actuar en nuestra piel, lo más lógico sería pensar que aplicar el ácido retinoico de forma directa es la forma más eficiente, pero no es así. Un estudio a largo plazo mostró que el 44% de los voluntarios que aplicaban directamente ácido retinoico en la piel desarrollaban eritema, el 35% descamación y el 29% quemazón o prurito, y, por tanto, es una forma que solo se utiliza bajo prescripción médica. El retinol o el retinal tienen una tolerancia cutánea mucho mayor y por este motivo se usan de manera generalizada, y aunque ambos tienen aplicación cosmética un objetivo común: ralentizar el envejecimiento, sus características son distintas.
Cómo hemos explicado, en la transformación de la Vitamina A, el retinal está a un solo paso de convertirse en ácido retinoico. Esto hace que sea más eficiente, trabaja hasta 11 veces más rápido que el retinol según los expertos, además tiene mejor tolerancia cutánea por lo que es más compatible con la piel y acción antibacteriana, algo muy interesante para pieles grasas o con tendencia al acné.
En resumen, si nuestra piel es resistente, con manchas y arrugas podemos usar el retinol sin problema, si se trata de una piel grasa, con acné o una piel sensible –incluso con rosácea leve– es más adecuado el retinal. Así, dependiendo de las características de tu piel cuando vayas a jugar al juego del skincare y te toque comprar vocal, ya sabes que beneficios vas a obtener si dices la 'o' o la 'a'.