El colecho se ha practicado desde tiempos inmemoriales en muchas culturas, aunque en nuestro medio ha estado sometido a debate durante mucho tiempo, sobre todo por el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Sin embargo, si se lleva a cabo tomando las necesarias medidas de seguridad, puede ser beneficioso para toda la familia.
Entre estos beneficios se encuentran el mantenimiento de una lactancia materna más duradera, una mejor regulación térmica y del sueño, y un refuerzo del vínculo afectivo y del bienestar general del bebé. Pero además el colecho también supone un beneficio para los padres, especialmente para la madre que puede dar el pecho a su hijo sin tener que levantarse de la cama.
Sin embargo, si no se toman las necesarias medidas de seguridad, el colecho puede ser peligroso y aumentar el riesgo del SMSL. Algunas de estas medidas de seguridad son las siguientes: -
Poner a dormir al bebé boca arriba
- Evitar el colecho en prematuros
- Utilizar superficies firmes
- No abrigar en exceso al bebé
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No hacer colecho si los padres beben, fuman toman fármacos sedantes
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