Si tú también empezaste enero haciendo una dieta muy estricta, con el propósito de compensar todos los excesos navideños, pero un mes después la abandonaste, déjame decirte que es totalmente normal. Las dietas para adelgazar son insostenibles en el tiempo, y por ello más del 95% fracasan y no mantienen los resultados de peso perdido en los 5 años siguientes. Y además dos terceras parte, ganarán más de lo perdido.
Ante este panorama no tiene ningún sentido seguir repitiendo el mismo patrón. Por eso hoy, te propongo una alternativa: aprender a mejorar tu alimentación. Y para ello, puedes descargar un menú semanal + 15 recetas de desayuno, almuerzo y cena, (visita mi cuenta de Instagram para conseguirlo), que he diseñado especialmente para que retomar tu rutina de comidas sea más fácil. Como veras, un menú saludable no tiene por qué ser a base de “lechuga y pechuga”, sino que hay cabida para cualquier tipo de alimento, como una tortilla de patatas y un buen plato de pasta (menú saludables febrero).
Piensa que las cosas que más influyen en nuestra alimentación y salud, son aquellas que repetimos día tras día. Por lo que pequeños cambios en nuestras decisiones alimentarias son realmente poderosos. A continuación, te doy algunos ejemplos:
Acompaña tus desayunos de una pieza de fruta. Te recomiendo una fruta rica en vitamina C (kiwi, naranja, fresas, piña, etc.). Este pequeño gesto te ayudara a comenzar el día con más energía.
Apuesta por la fibra. Elige pan y pasta integrales, incluyendo la pasta de legumbre (lenteja, garbanzos, guisantes, etc.), que es rica en fibra. La fibra nos ayuda a mantener una buena salud digestiva y sentirnos más saciadas durante todo el día.
Reduce el azúcar y los edulcorantes. Un cambio fácil es elegir yogur o kéfir natural, sin azucares ni edulcorantes, y darles sabor añadiendo endulzantes naturales, como la canela.
La clave está en incorporar estos cambios poco a poco y repetirlos diariamente para construir hábitos que se mantengan en el tiempo.