Con el verano en pleno apogeo son muchos los que deciden huir de la ciudad y pasar sus días de vacaciones cerca del mar. Si conseguimos encontrar la paz, la orilla del mar es uno de los lugares más placenteros y beneficiosos para nuestra salud, tanto mental como física, según varios estudios.
CUERPO: A nivel físico, el aire salado esparcido por las olas trae mejoras en el sistema respiratorio. Además, estar cerca del mar aumenta las posibilidades de exposición al sol, lo que favorece la producción de vitamina D y fortalece el sistema inmunológico. También eleva los niveles de endorfinas, reduce el riesgo de cáncer y mejora la salud de los huesos. El agua salada, además, hidrata la piel y aumenta la circulación.
MENTE: Por otra parte, una investigación llevada a cabo en Nueva Zelanda, reveló que la cercanía con el océano tiene una correlación directa con la reducción del estrés psicológico; otro estudio de la Universidad de Exeter, Inglaterra, aseguró que el sonido del mar activa el córtex prefrontal del cerebro, área asociada con las emociones y autorreflexión. Esto hace que aumente el potencial de bienestar y la capacidad de autoconocimiento pero también implica que cuando comemos cerca del mar lo hagamos de una forma más relajada y lenta lo que fomenta que podamos saborear con mayor intensidad la comida.
Además de todo esto, el mar alberga increíbles ingredientes en su misma naturaleza; no podemos olvidar que el consumo de agua y sal de mar también pueden suponer grandes beneficios para nuestro organismo.
AGUA DE MAR: Para que nos hagamos una idea, el consumo de agua marina tratada y filtrada ayuda a la regeneración celular, limpia los pulmones de mucosidad, ayuda a eliminar resfriados y congestión y aporta dureza a los huesos porque, de hecho, la deficiencia de sal, es una de las principales causas de la osteoporosis.
SAL DE MAR: Por otro lado, la sal de mar contiene magnesio, que contribuye a la producción de enzimas, la formación ósea, la resistencia a enfermedades cardiovasculares y favorece la transmisión nerviosa.