¿Alguna vez has sentido que no te mereces tus logros? ¿Que, en cualquier momento, alguien va a “descubrir” que no eres tan bueno como todos piensan? Ese es el síndrome del impostor, una sensación bastante común que nos hace creer que nuestros éxitos se deben a la suerte, a las circunstancias o a que los demás simplemente no se han dado cuenta de nuestras supuestas “fallas”.
Lo curioso es que esto no solo le pasa a quienes están empezando algo nuevo. Muchas personas con carreras exitosas, estudiantes brillantes e incluso grandes artistas lidian con este sentimiento. A menudo nos ponemos estándares altísimos, y cuando no los cumplimos, nuestra mente juega en nuestra contra: minimizamos lo bueno que hacemos y maximizamos los errores. ¿Te sientes identificado?
El problema es que el síndrome del impostor puede llevarnos a agobiarnos, a postergar cosas importantes o incluso a evitar retos que podrían impulsarnos. ¿Cómo salimos de ahí? Primero, reconociendo que esto pasa, y no solo a ti: ¡es más común de lo que crees! Hablarlo con amigos o colegas ayuda mucho. También es clave aprender a celebrar nuestros logros (¡sí, aunque te cueste al principio!) y recordar que equivocarse no significa que “no somos suficientes”; es parte de crecer. En el caso de que esta sensación de ”no ser suficiente” genere sentimientos de malestar significativos en tu vida diaria, sería interesante que lo abordaras con un profesional de la salud mental para conseguir una mejor relación contigo mismo y por tanto mayor bienestar personal.
Al final, no eres un fraude. Eres alguien que está aprendiendo, mejorando y logrando cosas increíbles. Date permiso de sentirte orgulloso de lo que has hecho, porque no se trata de suerte: se trata de ti.
Si necesitas tratar este tema puedes escribirme a través de mi página web, Instagram o por WhatsApp: 611 39 32 33