“Plástico, plástico y más plástico” este fue el comentario de uno de nuestros seguidores en el feed de nuestro Instagram. El producto que mostrábamos era realmente interesante pero, según este usuario, la cantidad de plástico con la que había sido producido era inaceptable.
Al año, el consumo mundial de plástico es cercano a 200 millones de toneladas en todo el planeta. Esta tercera aplicación del petróleo es altamente contaminante y no biodegradable, ya que tarda más de 1.000 años en descomponerse.
Hoy es el día mundial sin bolsas de plástico y nos parecía oportuno reflexionar sobre la idea del fin del plástico. En los últimos años hemos asistido a la cuenta atrás de la retirada de plásticos de un solo uso, pero el plástico se reinventa para no morir.
LEY DE RESIDUOS: Las restricciones impuestas por la ley de Residuos (2022) a algunos de los plásticos de un solo uso se empiezan a testar en la calle. Hemos contemplado el fin de las pajitas, los bastoncillos, las vajillas y una infinidad de artículos hechos de plástico. Sin embargo, el mercado busca alternativas y algunos expertos advierten de que estas medidas no estarían siendo suficientes.
POR PETICIÓN POPULAR: Los fabricantes de plásticos de un solo uso han introducido cambios para suplir estos productos y utensilios por otros reutilizables o compostables (asimilables a la materia orgánica) o biodegradables, fabricados a base de fibras naturales (almidón de maíz, caña de azúcar, cartón, madera...), con “menor impacto”.
“Las principales marcas tienden a cambiar los productos de un solo uso por soluciones alternativas porque también lo pide el ciudadano”, dice Isaac Peraire, director de la Agència de Residus de Catalunya.
REUTILIZACIÓN: Algunas voces del sector insisten en que “El problema no son los materiales, sino la gestión de los residuos". Ya lo hicimos tiempo atrás, nuestros abuelos eran ecologistas y no lo sabían, viejas costumbres como usar bolsas de tela o comprar los productos a granel en una tienda de cercanía, eran una realidad. Aunque ya nos hemos acostumbrado a que nos cobren las bolsas de plástico en el supermercado, se trata de poner nuestro granito de arena, reutilizar las bolsas y darle la mayor vida posible, o buscar alternativas como el carro de la compra o la bolsa de rejilla de toda la vida.
El plástico se resiste y se reinventa, la llegada de alternativas es posible pero lenta. Reutilizar las bolsas y recuperar las viejas costumbres pueden ser la mejor forma de celebrar este 3 de julio sin bolsas de plástico.