Pero hay más: una leyenda cuenta que una joven ofreció un vaso de horchata al rey Jaime I, quien tras probar exclamó: “¡Açò no és llet, açò és or, xata!” (“¡Esto no es leche, esto es oro, chata!”). Dicen que de ahí viene su nombre. Y claro… ¿Quién le discute al rey? |