Cigarros, vapeo… y ahora snus. O lo que es lo mismo, bolsas de nicotina sintética (nicotine pouches). Su compra fácil en internet y su sorprendente aceptación social en países como Noruega hace que cada día sean más los jóvenes que recurren al snus para tener su dosis de nicotina diaria y renunciar al humo. Si a esto se le añade que se vende con distintos sabores, sus comercializadores creen haber cantado bingo.
RIESGOS: A diferencia del tabaco de mascar, el snus blanco se introduce en la boca y se coloca entre el labio superior y las encías. No hay que masticar, ni chupar, sino que se absorbe por vía intramucosa pasado un tiempo. Un gesto simple, pero que puede llegar a causar una gran dependencia entre quienes comiencen a ingerirlo.
NICOTINA: Mientras un cigarrillo tiene alrededor de 8 mg de esta sustancia, la mayoría de los paquetes de snus blanco que se venden en los portales especializados suele contener entre 20 o 30 mg. Existen distintas categorías y los hay con una menor cantidad, pero otros, pueden llegar incluso a los 50 mg.
REFERENTES Y EXPERTOS: Algunos futbolistas británicos utilizan estas bolsas de nicotina porque, dicen, “les ayudan a calmar la ansiedad y el estrés y a relajarse antes de los partidos”. En otros casos, las utilizan como chute estimulante para iniciar el juego pero también como herramienta para dejar de fumar o calmar las ganas de encender un cigarrillo. Y efectivamente, estas sensaciones coinciden con los efectos de los que hablan los expertos pues su consumo puede mejorar la concentración, el estado de alerta o incluso puede ser relajante. Eso sí, advierten que también produce un aumento de la presión arterial, náuseas, genera adicción y puede derivar en patologías más serias.
Si te lo estás preguntando, la respuesta es no, no está en absoluto regulado en España, y aunque su consumo parece aún minoritario no hace falta ser un genio para entender que estamos frente a un nuevo problema para la salud.