Si hay un plato que es muy de nuestra cultura y muy de los domingos, es el arroz. Lo usamos para paellas, caldos, ensaladas, guarniciones o incluso postres, y aun así muchas veces lo cocinamos “a ojo” sin saber muy bien cuál elegir, si lavarlo o cuánto tiempo dejarlo. En la edición de hoy damos respuesta a esto.
¿HAY QUE LAVAR EL ARROZ? Según la ingeniera de alimentos María Zapién, lavarlo entre tres y cinco veces puede reducir el arsénico hasta en un 30%, además de dejar el grano más suelto y limpio. Esto no solo aplica al arroz largo o blanco, también es útil si quieres un resultado más ligero y sin ese almidón pegajoso. No es obligatorio, pero sí muy recomendable, especialmente si el arroz es protagonista del plato.
PUNTO EXACTO DE COCCIÓN. Si eres de los que se pelean con el punto justo de cocción, hay un truco que puede ayudarte: hervir el arroz durante 10 minutos en agua con sal, luego apagar el fuego, tapar y dejar reposar otros cinco minutos. Sin remover y con resultados bastante fiables, incluso si no tienes medidor ni olla arrocera.
TIPOS DE ARROZ. En España, los tipos más comunes son el bomba, el senia, el bahía, el albufera y el integral. El arroz bomba es el más conocido, especialmente por su papel estelar en las paellas: aguanta la cocción, no se pasa con facilidad y absorbe el caldo sin deshacerse. El senia es más cremoso y necesita algo más de atención, ideal para arroces melosos. El bahía se cocina rápido y va bien en platos sencillos del día a día. El albufera, mezcla de senia y bomba, es equilibrado y versátil. Y si hablamos de opciones saludables, el integral tiene su espacio, aunque hay que tener paciencia ya que tarda más en cocinarse.